Durante la campaña electoral de 2023 el candidato Daniel Noboa ofreció erradicar la violencia originada por grupos del crimen organizado que desde finales de la década de 2010 afectan a la seguridad interna del país. Una vez elegido presidente Constitucional de la República, la lucha frontal contra los grupos delincuenciales se convirtió en su principal objetivo estratégico, para ello declaró la existencia de un Conflicto Armado no Internacional e informó al país la concepción de un plan Estratégico al que denominó “Plan Fénix” para combatir a la “amenaza asimétrica” que, mediante el empleo de las Fuerzas Armadas, en coordinación con la Policía Nacional, someterían a la amenaza y terminarían con la violencia e inseguridad, permitiendo al gobierno Nacional recobrar la paz y la tranquilidad ciudadana, que permita a la ciudadanía vivir en un ambiente de normalidad. La reelección del presidente para el periodo 2025 – 2029, garantizará la continuidad de la lucha contra la violencia e inseguridad.
a. Plan Fénix
Los detalles del mencionado plan no son de conocimiento público, lo que ha generado temores en los defensores de los Derechos Humanos, pues podrían no garantizar la vigencia de los derechos constitucionales de la población nacional. En efecto, en el informe mundial de 2025 sobre el cumplimiento de los derechos humanos, Human Rigts Watch, concluye que, en Ecuador, bajo el pretexto de la existencia de un Conflicto Interno no Internacional, las fuerzas del orden han cometido graves violaciones a los derechos humanos.
Las disposiciones políticas y militares contenidas en el plan aspiran conseguir los siguientes objetivos:
Reestructurar el mando militar y policial considerando la capacidad y probidad de sus miembros.
Modernizar, mediante la dotación de personal especializado y medios técnicos modernos, al Centro de Inteligencia Estratégica, cuya responsabilidad es la producción de inteligencia y contrainteligencia necesaria y oportuna que facilite a las Fuerzas del Orden la planificación y conducción de las operaciones que permitan ubicar, capturar y neutralizar a los grupos terroristas, antes de que estos ejecuten acciones criminales. Desgraciadamente, hasta la presente fecha esa tarea vital no se lo conseguido, tal como lo demuestran las masacres ocurridas en el último trimestre de 2024 en algunos cantones de las provincias de la costa, en donde el índice de homicidios intencionales es alarmante. En enero de 2024, un grupo de terroristas atacaron a las instalaciones de TC. TELEVISIÓN, en diciembre de ese año un grupo de terroristas vestidos con uniformes militares atacaron las instalaciones en construcción de la mega cárcel ubicada en la provincia de Santa Elena, sin que el Centro de Inteligencia Estratégica pudiese advertir con antelación la ejecución de estas acciones delictivas.
Depurar al Sistema de Rehabilitación y Atención Integral a Adolescentes Infractores, cuyos funcionarios no han logrado mantener el orden dentro de las cárceles y centros penitenciarios en donde se han producido terribles masacres que han cobrado la vida de más de quinientas personas privadas de la libertad, y que además se han convertido, en puestos de mando y centros de operaciones desde donde los líderes de las organizaciones criminales planifican y ordenan la ejecución de actos de terrorismo, sabotaje, sicariato, etc.
De los 35 centros penitenciarios existentes en el país, 13 están bajo del control militar interno y externo, mientras que, en los 22 restantes, el control militar solo es en el exterior de los recintos; pese a ello, en noviembre de 2024 se produjo un motín que causó la muerte de 17 privados de la libertad. La intervención de las Fuerzas Armadas en el interior de los centros de privación de la libertad durante la vigencia del estado de excepción permitió descubrir una gran cantidad de armas de fuego de diferentes tipos y calibres, munición, granadas de mano antipersonales, explosivos y accesorios de detonación, equipos modernos de comunicación, sustancias sujetas a fiscalización, dinero en efectivo, etc.
Fortalecer las Fuerzas Armadas y Policía Nacional dotándoles de armamento y equipo de protección personal modernos, acorde con la naturaleza de la amenaza a enfrentar y a las características del tipo de combate a ejecutar.
Los gobiernos de los presidentes Guillermo Lasso y Daniel Noboa, en su turno, han adquirido para uso de la Fuerza Pública medios de transporte aéreos, terrestres, armamento, equipo etc., con lo cual se ha incrementado la potencia de combate de las unidades militares y policiales.
Construcción de prisiones de alta seguridad con características modernas, más pequeñas que faciliten su administración y control del personal privado de la libertad. A finales del año 2024 se inició la construcción de cárceles de alta seguridad en las provincias de Napo y Santa Elena, desgraciadamente, las fuerzas vivas provinciales se oponen a su construcción.
Deportación de personal privado de la libertad extranjeros, que incrementan el hacinamiento carcelario. Desgraciadamente esta medida se ha cumplido de manera esporádica, pues se deben cumplir requisitos legales que entorpecen los trámites.
b. Operaciones Militares y Operativos policiales.
En este conflicto interno, el Estado Nacional se enfrenta a organizaciones criminales locales e internacionales que se “fusionan con una lógica opaca, adaptable y descentralizada, su capacidad operativa, efectivos e identidad no se conocen”, literalmente son invisibles. En la ejecución de sus acciones criminales mantienen la iniciativa estratégica, operativa y táctica. Su solvencia económica y el desempleo de los jóvenes les permite reclutarlos conforme a sus necesidades. Se distinguen los siguientes grupos criminales:
• Grupos de Delincuencia Organizada (GDO). Son estructuras locales dedicadas a la ejecución de delitos comunes, tales como robos, microtráfico, vandalismo, extorsión y secuestro.
• Grupos de Delincuencia Organizada Transnacional (GDOT). Operan dentro y fuera del país, tienen vínculos con redes del crimen internacional. Realizan actos de sabotaje y terrorismo, sus acciones criminales se financian mediante la ejecución de secuestros y extorsiones y tienen la capacidad de infiltrarse en las instituciones de Estado.
• Grupos Amados Organizados (GAO). Son estructuras criminales altamente peligrosas, dotadas de armamento militar moderno con la capacidad de combate para ejercer una violencia sistemática. Posen nexos con carteles mexicanos y se han infiltrado fuertemente en las instituciones estatales.
• Estructuras Criminales Internacionales. Son estructuras criminales que operan en múltiples países. Entrenan y financian a grupos locales. Dominan el narcotráfico, tráfico de armas y tienen una gran capacidad para corromper a funcionarios públicos y privados.
Las estructuras criminales mencionadas, de acuerdo con su organización y capacidad, son las responsables de la ejecución de delitos tales como: Trafico de drogas, minería ilegal, contrabando, terrorismo, corrupción, asalto y extorsión a empresas, cibercrimen, delitos con armas de fuego, lavado de activos y asesinatos de actores políticos.
Las operaciones de la Fuerza Pública tienen dos objetivos: Uno, neutralizar, capturar y/o destruir a los grupos armados no estatales beligerantes, y dos, romper la relación de estos con los carteles mafiosos que financian y apoyan logísticamente las acciones criminales, con lo cual se lograría destruirlos paulatinamente.
La Policía Nacional continúa siendo el centro de gravedad de las operaciones en las áreas urbanas del territorio continental, mientras que las Fuerzas Armadas, en la mayoría de las ocasiones, continúa realizando operaciones complementarias en apoyo a la policía Nacional.
Los grupos armados se confunden fácilmente con la población civil, para identificarlos y ubicarlos se requiere del apoyo de un moderno sistema de Inteligencia y de la información que pueda proporcionar la población civil que, se convierte en un objetivo fundamental a conquistar y mantener.
c. Operaciones que realizan las Fuerzas de Tarea
Las unidades militares realizan las siguientes operaciones:
Patrullaje de reconocimiento ofensivo en áreas urbanas y rurales para ubicar y desmantelar instalaciones utilizadas por los terroristas como bodegas para almacenar sustancias sujetas a fiscalización, armamento, explosivos y municiones. Se han localizado bodegas temporales con toneladas de clorhidrato de cocaína que posteriormente son exportadas a los mercados de consumo desde los puertos marítimos. Unidades de la Armada realizan operaciones de control marítimo en el litoral y en altamar, logrando interceptar a embarcaciones clandestinas transportando toneladas de cocaína con destino a los mercados de consumo.
Patrullaje terrestre en las áreas de minería metálica, en donde empresas mineras legalmente autorizadas realizan exploración y explotación minera, los grupos criminales se disputan el derecho de controlarlas y aprovecharse económicamente de la producción, particularmente del oro. Se realizan controles para controlar e impedir la minería ilegal auspiciada por grupos delincuenciales que la utilizan como un medio para lavar activos.
La Fuerza Área ha localizado e inutilizado más de cuarenta pistas aéreas clandestinas construidas y utilizadas por las mafias narco terroristas para traer grandes cantidades de dinero en efectivo y transportar por vía área clorhidrato de cocaína a Centro y Norte América.