a. Escalada Militar
Si las tensiones entre potencias y actores regionales se agravan, podrían producirse enfrentamientos más amplios. El conflicto actual en Gaza, sumado al involucramiento de Irán e incluso a la retórica de potencias como Rusia y China, podría desencadenar un conflicto de mayor escala [^6].
b. Reconfiguración Geopolítica
Nuevas alianzas están surgiendo, con una cooperación más sólida entre Rusia y China dentro del marco de los BRICS. Esto podría dar lugar a un bloque que desafíe el orden occidental, mientras países alineados con Estados Unidos y la UE refuercen sus pactos de defensa y comercio [^7].
c. Crisis Económica Global
Las restricciones energéticas, las sanciones y la destrucción de infraestructura podrían llevar al mundo a una recesión. Los países en desarrollo, más vulnerables, podrían enfrentar protestas sociales, inflación y descontento generalizado.
d. Ciber conflictos y Guerra Híbrida
La ciberguerra y el uso combinado de tácticas convencionales e irregulares se consolidan como herramientas clave de conflicto. Infraestructuras críticas podrían ser blanco de ciberataques, alterando sistemas financieros, transporte y comunicaciones [^8].
e. Estancamiento Diplomático
Aunque podrían impulsarse iniciativas diplomáticas para frenar los conflictos, su éxito dependerá de la voluntad política de las partes, del equilibrio estratégico y de la evolución del orden mundial.